Algo que ya habíamos anunciado hace unos cuantos post.
El Ayuntamiento de la localidad de Fuentesaúco termina, descabella y acaba con aquel proyecto del «garbanzo de oro» para novilleros sin caballos que hace ocho años pusieron en marcha en la localidad zamorana. Después de dar su palabra el nuevo alcalde de Fuentesaúco, al poco de tomar la vara de mando municipal, para que saliera adelante el popular festejo, hoy ha mandado un comunicado diciendo que no lo va a volver a hacer debido a que no va la gente.
Posiblemente, aquello de donde dije digo, digo Diego, se aplica en más de una ocasión en Fuentesaúco. Tal vez tanto como en otras localidades donde las Corporaciones rechazan y huyen de la fiesta de toros.
Recordamos que el actual alcalde se comprometió desde el primer momento a que «el garbanzo de oro» se celebraría aunque fuera en otras fechas. Una de las fechas que se barajó entonces fue la del puente de El Pilar. Ahora dice que no lo va a hacer «porque no va la gente«.
La historia del «Garbanzo de oro» de Fuentesaúco es una historia reciente cuya creación, vida y muerte ha durado ocho ediciones. Se ha celebrado en Fuentesaúco como apoyo a los chavales noveles que veían en esta localidad la forma de obtener un prestigioso premio que había abierto las puertas de las novilladas sin picadores a muchos de los muchachos que allí acudían durante las fiestas de la Visitación para conseguir el preciado galardón.
Aquel proyecto que además encarnaba una promoción de la leguminosa agrícola por la que se conoce a esta localidad zamorana de la Guareña, el popular garbanzo, tenía la bendición de la Diputación provincial zamorana que apoyó la idea desde sus comienzos. Incluso el Foro taurino de Zamora también entró en sus ediciones en la realización y ejecución de aquella idea.
Aquí no se trata mas que de ser un altavoz promocional de los chavales que empiezan, el origen, la raíz, el comienzo de la Tauromaquia que sin estas actividades, no duden que morirá de inanición.
Cada vez creo más en aquello de que con la Tauromaquia nunca terminarán los antis ni animalistas, sino los propios de los pueblos y ciudades y comunidades y regiones que asfixian la fiesta de toros con papeles, impuestos, requerimientos, directivas, obligaciones, problemas y cortapisas que hacen inviable su organización a cualquiera.
Hoy, otra muesca más en esta muerte a estoque para unas novilladas sin picadores.
Escrito por Jesús López Garañeda
Foto: José Fermín Rodríguez