El «bono joven para la cultura» otra maldición excluyente

Y eso que lo dice el mismo ministro, que para eso lo es.

Iceta, el bailarín, ha confirmado que el bono joven excluye a los toros del mismo y además se jacta de ello en la red.  «No todos los elementos que nuestra legislación considera cultura van a estar bajo el amparo de este bono cultural». «Eso es lo que hay que delimitar ahora, el catálogo de servicios y productos culturales que puedan ser financiados a través del bono».

Una prueba más que evidente que conculca la ley por la que se declara a la Tauromaquia bien de interés cultural, sin duda ninguna, pero que por aquello de no molestar a sus socios perrunos y gatunos, esos que quieren hacer leyes para los animales como si también fueran sujetos de derecho en un trágala inconcebible nada más que ante una sociedad sojuzgada, callada, silenciosa, silente, desganada y sin reacción alguna ante tanto atropello como cada día suele darse.

Y lo malo es que quienes lo hacen son políticos de un partido socialista, cuyos miembros y afiliados cada vez están más decepcionados con estas decisiones injustas, pues siempre aireaban y decían defender los intereses de todos los ciudadanos.

El bono joven para la cultura, también la del botellón, pero nunca para la de los toros porque los toros y su mundo son los leprosos modernos que hay que apartar, alejar de las ciudades y los pueblos, lejos de ellos para que no contaminen con su aguerrida actuación por su valor, emotividad, sinceridad, tragedia, verdad y alegría que en sí mismos representan ante la sociedad.

Eso sí, mientras tanto el bono de la luz a ver si nos llega a todos, que este invierno va a causar estragos en los bolsillos de las economías familiares, como lo está haciendo ahora mismo.

De momento con los 400 del bono joven habrá para otra cerveza y una  de gambas.

Texto: Jesús López Garañeda