- Artículo sobre Manuel Román y la temporada de Novilladas sin Picadores
Novillo viene del latín “novellus” que quiere decir nuevo, joven, reciente. Por tanto novillero que es el que torea novillos también tiene un significado muy positivo, derivado de eso mismo, de nuevo y de joven. Lo nuevo y lo joven es, casi siempre, ilusión y futuro.
Centrándome, sobre todo en Andalucía, y referido a la temporada de 2021, pudimos ver como emergieron novilleros muy significados, como Jesús Llobregat y Diego Bastos, triunfadores en Canal Sur y primer y segundo clasificado, respectivamente, en el Certamen de Novilladas de Castellar, 2021, entre otros novilleros interesantes.
Esta temporada, también me centraré especialmente en Andalucía, aunque hay novilleros destacados en otras comunidades, como, por poner un par de ejemplos, José Luis Cirugeda, triunfador de Camino hacía las Ventas y Jarocho, que aparte de su “espantá” en el Certamen de Castellar, creemos que es un novillero con proyección. La verdad es que ha surgido un más que interesante plantel de novilleros -en realidad, como vemos, casi todas las temporadas- y desde mi punto de vista destaca el flamante triunfador del Certamen de Novilladas de Castellar, trofeo Ricardo López, Manuel Román, torero cordobés que despierta grandes expectativas por sus cualidades innatas.
Con el hay otros pocos novilleros de esta temporada que si bien partieron en buen lugar muy al principio, se han desinflado un poco o bastante, meses después. Sin embargo y por el contrario, a partir del mes de agosto, hay otros novilleros que están dando mucho que hablar como es el caso de Fuentes Bocanegra, triunfador en Málaga, cordobés y de la Escuela de Jaén, y algún otro más como el triunfador de las nocturnas de Sevilla, Manuel Luque.
Me fijaré, sin embargo, en los tres que quedaron como primeros clasificados en el ciclo de Canal Sur. Antes de nada diré que este ciclo creo que tuvo el inconveniente de que en la clasificación para las semifinales, probablemente no pasaron siempre los que más expectativas despertaban para los aficionados que no tenemos otro interés que el de descubrir nuevos valores que potencialmente lo puedan ser de verdad, y así poder garantizar el futuro de la fiesta
Los tres novilleros a los que me refiero son totalmente distintos y tienen una concepción del toreo que no gusta por igual a toda la afición. El primer clasificado, Cristiano práctica un toreo muy especial, un tanto heterodoxo, donde la actitud en el ruedo, prima por encima de otras cualidades. Su toreo es muy personal y valiente y ejecuta los muletazos y las series de una forma y con un sello muy personal pero que no siempre se ajusta a los cánones más elementales. Eso le supone un gran tirón ante el público y ante un sector del tauronismo.
Hay algún otro novillero como él, muy digno, segundo clasificado en Castellar, por cierto, que aún siendo muy distinto, también practica ese tipo de toreo, quizás algo más ortodoxo y que no es otro que Ignacio Candelas. Ignacio también debería ser tenido muy en cuenta.
Volviendo a Cristiano, este me recuerda inevitablemente a un famoso torero muy heterodoxo que en los años sesenta fue un fenómeno social y taurino a partes iguales.
La actitud es importantísima en los novilleros pero puede ser peligroso remarcarla siempre como la cualidad suprema. Todas las cualidades tienen importancia y todas hay que puntuarlas. Es cierto que si no se tiene una aceptable actitud es complicado calificar las otras virtudes, pero también hay que decir que el tipo de actitud no tiene porque ser el mismo en todos los novilleros. También se puede intentar tapar con actitud algunas carencias. Es complejo este tema.
El segundo clasificado de Canal Sur fue Sergio Sánchez, un novillero con muy buen corte de torero que mete los riñones al dar los muletazos y que cumple los cánones de un toreo clásico e importante, con mando y con muletazos largos a veces. Creí honestamente que sería el primer clasificado en ese Certamen, tras el sainete que dio con la espada en sus novillos, en aquella final, Manuel Román.
Por último Manuel Román quedó en tercer lugar y he aquí que la espada no importó mucho pues salió de ese ciclo como el ganador in pectore del mismo para un gran número de aficionados y esto lo digo sin querer desmerecer a nadie. Y es que este novillero tiene unas cualidades innatas que destacan sobremanera.
El toreo que practica Román es el toreo de siempre, el toreo eterno; se trata a veces de un toreo antiguo, el del arte, la enjundia y la autenticidad, pero con una cabeza privilegiada y con una torería, tan natural, que pareciese que la tiene desde la propia cuna.
El puede ser, hay que tener en cuenta que es muy joven, uno de esos pocos toreros que aparecen rara vez en la historia de los toros. He escuchado compararlo con Roca Rey, con Enrique Ponce, con José Tomás, con Antonio Bienvenida y hasta con Ordoñez… y por su semblante y lugar de nacimiento hasta con Manolete. Probablemente esto sean exageraciones.
Resulta curioso el interés por buscarle parecidos. Quizás porque muchos no son capaces de reconocer que él es él, con su personalidad, sólo que practica el toreo que enamora… Ese que dices: este es diferente. Ahí está el quid de la cuestión: su personalidad. Se puede parecer o no a unos u otros grandes toreros, pero a quien se tiene que parecer es a él mismo, y eso le conducirá al éxito.
Manuel Román hizo grandes faenas en Castellar, entre otros muchos lugares, que levantaron al público de sus asientos, algo difícil en un novillero. Esas faenas quedan ya en la retina de muchos aficionados castellariegos.
Pero hay un pero. Un pero grande: su edad. Sus diecisiete años recién cumplidos significan que tiene que pasar por muchas cosas y por distintas personas en su entorno; hay que acertar a llevarlo de acuerdo con su carácter, su manera de ser y su forma de entender el toreo y teniendo en cuanta su todavía casi preadolescencia. Cualquier cosa, por exceso o por defecto, cualquier influencia, puede ser negativa. Siempre digo que los novilleros son un material muy sensible y lo más simple se los puede llevar por delante.
No se trataba aquí de hacer un análisis pormenorizado de virtudes y defectos de cada uno, que todos, obviamente, tienen. Si no de expresar una opinión, como aficionado, ante esta apasionante temporada de novilleros sin picadores que hasta el último momento ha estado diciendo sus últimas cosas importantes; no hay más que ver el gran tirón que dieron, en el final de temporada, el citado Fuentes Bocanegra e incluso otros novilleros, como los de la Escuela de Jaén, Pedro Aparicio o Alfonso Morales, aunque a estos últimos quizás les falte un poco más de recorrido. Sin duda me dejo otros muchos nombres en el teclado, pues hay más… ¡Fuerza y ánimo para todos… y mucho éxito!
El futuro de los toros tiene que estar garantizado y todos los novilleros sin picadores son esa garantía.
¡Ayudémosles!
Texto: Antonio Anaya Marín