- EL CASO INÉDITO DE ESTE ALUMNO DE LA ESCUELA TAURINA DE JAÉN, QUE YA HA VIVIDO LAS DOS CARAS DEL TOREO EN SUS 6 PRIMEROS MESES EN LOS RUEDOS
Alfonso Morales debutó de luces en público en la plaza de toros de Jaén y, nada más saltar al ruedo, fue cogido al hacer el quite a un banderillero en el par del novillo de un compañero. Sufrió la fractura en un brazo. Tenía entonces solo 14 años.
Seis meses más tarde, este alumno de la Escuela Cultural-Taurina de Jaén reapareció en el mismo coso de La Alameda, y vivió la otra cara de la Tauromaquia. Indultó a un añojo de la ganadería jiennense de Martín Campos, de nombre ‘Ranchero’ y procedencia del hierro de ‘Jandilla’.
Este es un caso inédito de un novillero que, tan pronto, tan joven y en tan corto periodo de tiempo, ha pasado de acabar en la enfermería a salir por la Puerta Grande. «Son dos sensaciones muy distintas, que también enriquecen mi formación como torero», señala Alfonso Morales. «En ningún instante -añade- pensé dejarlo tras la cogida, aunque fueron momentos duros, con una lesión grave y una operación difícil, que casi no me ha dejado secuelas en la mano, gracias a los médicos que me atendieron».
Morales reconoce que «entonces lo pase muy mal, pero ello me sirvió para volver a entrenar con más fuerzas y ganas. Luego, el destino me recompensó y me salió un excelente novillo en mi reaparición, que me permitió disfrutar mucho».
Este novillero de la Escuela Taurina de Jaén quiere dejar bien claro que sus logros hasta ahora los ha alcanzado «gracias a las enseñanzas de mis dos profesores, Antonio Sutil y el matador David Valiente, que me cogieron más verde que una lechuga y ya al menos se dar algunos pases y colocarme en la cara de los animales».
Ha logrado después numerosos triunfos en distintas plazas, sobre todo en la de la capital jiennense, donde, además del indulto, ha ganado sus dos últimos certámenes sin picadores, al igual que hizo en el de Andújar (Jaén). Ha toreado ya en otro coso de segunda categoría, Burgos, y suma también 12 salidas a hombros, entre las que destaca el rabo cortado en Utrera (Sevilla) en el reciente Encuentro de la Asociación de Escuelas Taurinas de Andalucía ‘Pedro Romero’.
Vivir las dos sensaciones extremas del toreo «no va a acelerar mi trayectoria taurina, que quiero sea intensa pero despacio la vez, como el buen toreo. Soy muy joven y me queda mucho por aprender y seguir disfrutando de mi formación en la afición y vocación más bonita del mundo», subraya Alfonso Morales.
Este adolescente jiennense, que acaba de cumplir los 16 años, no tiene antecedentes taurinos. Ha comenzado este año el Bachillerato, tras acabar la ESO con la calificación global de ‘sobresaliente’. Piensa estudiar la graduación de Derecho Laboral, además de seguir formándose en otros conocimientos, como los idiomas.
Alfonso Morales ha vivido ya la cara y la cruz de la Tauromaquia nada más pisar el albero, pero sigue dispuesto a echar la moneda tantas veces como haga falta, tanto en el ruedo como en el resto de su vida.
Texto: E.T. Jaén
Fotos: Nines Ortega